Villanueva
Tras muchos años usando simuladores de vuelo (unos 30) y soñando con ponerme a los mando de un avión real, a finales 2007 aproximadamente tuve la curiosidad de entrar en el Aeródromo de Villanueva de Gállego a hacer dos muy breves paradas para ver el ambiente. Como iba de viaje a Huesca, fue sólo un pequeño acercamiento. En la segunda dio tiempo a que viniera Antonio Ruata con el que hablé de la posibilidad de tomar las lecciones pertinentes para obtener la licencia de vuelo en un ultraligero de tres ejes.
Nunca he aspirado a tener de verdad la licencia porque tampoco puedo aspirar a tener un avión propio «y mantenerlo» y para volar en «alquiler» ya basta con tener las ganas de hacerlo. Pero sí que tenía la ilusión de disfrutar del vuelo siendo el que estuviera a los mandos y volara el aparato.
Ya había cotilleado algunos de los aviones que tienen en sus hangares y sabía que el de instrucción es un Coyote y que los ultraligeros de hoy en día superan en mucho a las avionetas que yo he conocido en el ejército. No en peso y en potencia de motor, que no lo necesitan, pero sí en instrumentación y creo que algunas incluso en calidad del vuelo.
Así pues en el verano de 2008 aprovechando la Expo se Zaragoza me decidí a empezar a volar como alumno. Me federé en la Real Federación Aeronáutica de España, como es preceptivo, pasé los correspondientes exámenes médicos y Antonio me puso bajo las órdenes de D. Ángel Gutiérrez.
Por desgracia, y por eso estas líneas son en memoria suya, Ángel falleció en accidente aéreo el 29/10/2011 en un vuelo con un candidato a alumno cuando volaba con el Aeroprakt del Club . Noticia en Heraldo y como las desgracias nunca viene solas, el otro instructor del Club que conocía falleció después en otro accidente.
Ambos han sido merecedores de las Alas de Oro del Club, pero en mi memoria estarán especialmente, como no podía ser de otra forma, mi instructor Ángel, con el que aprendí lo que sé de volar.
Las ocupaciones y de forma importante, la distancia desde mi casa al aeroclub, ha hecho que no haga suficientes hora y lo suficientemente continuadas como para sacarme la licencia, pero he disfrutado como un niño volando con Ángel y luego con Antonio Ruata y de vez en cuando volveré a hacer algún vuelo de recuerdo para matar el gusanillo.
Me voy a permitir poner algunas referencias al aeródromo y a los vuelos, pero desde la humildad de un alumno «guadiana» que nunca tuvo la continuidad necesaria porque las circunstancias no me lo han permitido. Al menos hasta la fecha 🙂 ….
Ahora existe un simulador en el Aeroclub que está para uso de los interesados. Ánimo y muy buenas tomas.
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