Este aparato ya no existe porque es el que volaba Felix cuando tuvo el accidente en Gurrea de Gállego.
En él, es el que yo volé la mayor parte de mis horas de vuelo.

Durante una mañana de invierno, con un viento cruzado que no invitaba a volar, Angel dijo que los buenos pilotos se hacen en los días difíciles y salimos a hacer unos circuitos para probar los aterrizajes con viento cruzado. Ese día me había acompañado mi hijo y llevaba la cámara de fotos. Hizo un montón, de las que pongo una selección. Las tomas fueran complicadas y en alguna de las fotos de aprecia como la aproximación a la pista había que hacerla con un ángulo de unos 30 grados de desviación a la derecha para enfrentar el viento lateral procedente de ese lado. Fue un día más de disfrutar del vuelo con Angel.