Un día más de desahucios
Hoy hemos conocido la noticia de una segunda persona que se arroja por un balcón en el momento de ser desahuciada. Esto no es un accidente, no es un hecho fortuito, imprevisible o casual. ¿Qué tenemos que perder cuando ya lo hemos perdido todo?. Pero la culpa no es de los usuarios, ni de los hipotecados, los bancos tiene su gran responsabilidad que no asumen, ni se la hacen asumir quienes pueden.
La vida de las personas se puede ver sometida a todo tipo de desventuras, pero se pueden asumir aquellas a las que uno se ve abocado por errores propios y por la intervención azarosa de la diosa Fortuna. Lo lamentable e inasumible es que alguien se vea abocado a «la nada» por la mala actuación de otros y por unas leyes que no cumplen su cometido de amparar al pueblo, sigo que están pervertidas y protituidas al poder de los ricos y los pudientes.
Ahora que ya llevamos dos muertos en breves días, se plantean los políticos de todos los colores que esto hay que solucionarlo. Señores, esto habría que haberlo solucionado hace 600.000 desahucios. No es de recibo que un clamor popular no halle reflejo hasta que a ustedes les duele en los «votos», que es lo único en lo que están pensando. Pero no se preocupen, que cualquier medida que tomen en la buena dirección será muy agradecida y valorada, aunque sea por motivos perversos.
Lo lamentable de toda esta historia es que están consiguiendo deshacer la democracia que el pueblo español se otorgó. Están deshaciendo los cimientos de la confianza del pueblo en su clase política y es posible que pronto las intenciones de voto haya que compararlas con las intenciones de «anarquía». Están consiguiendo que las instituciones pierdan su ascendiente y su credibilidad. Incluida la Corona y puede que en mayor medida que otras. Están consiguiendo que el valor de las cosas cambie complétamente, porque una vez pérdida la dignidad de las personas y las posibilidades de salí adelante «que más da todo lo demás».
Esta semana hemos presenciado como un hombre, que probáblemente sería muy cabal en otros momentos; le pega fuego a una sucursal bancaria con la delicadeza previa de sacar a los empleados. ¿Qué lleva a una persona a esa situación, sino elno tener nada que perder?
Y una vez llegados a ese extremo es posible que la solución de pasar unos años «a la sobra», tras pegarle fuego a la representación local de los poderes que te han desposeido de todo, no sea una opción aislada. ¿Hasta dónde se puede seguir presionando aun pueblo? Los españoles no se merecen los rigores a los que los somete un gobierno tirano y dictatorial que están incumpliendo uno por uno todos, absolutamente todos, los puntos de su programa electoral. Un programa que hizo para engañarnos y para llegar al poder que les permita tirar por tierra el estado que les otorga esa posición. ¿No es eso precisamente lo que se alega para impedir el acceso de los terroristas y los suyos a los poderes públicos?.
Es paradójico que los políticos más conservadores utilicen la misma estratagema que se les suponía a los de ETA, ahora Bildu.
Mientras tanto, los bancos no responden se sus acciones. Fueron ellos y nadie más que ellos los que otorgaron créditos sin cuento y sin las debidas prevenciones. Fueron ellos los que asumieron unos riesgos que nadie en su casa hubiera sumido. (la consabida comparación con la economía casera) : Pero mira por dónde ellos no responden de esos riegos asumidos en exceso. A ellos se les rescata y se les da dinero para que ni pierdan cuando juegan mal. Ellos que apostaron a caballo perdedor se llevan las ganancias de todos los demás y mientras tanto los políticos, les amparan, les apoyan y les hacen la cama, en vez de exigirles que se responsabilicen de sus acciones y sus opciones.
¿Dónde está el final de esto?. Pues parece que vamos de vuelta al feudalismo más duro y retrógrado, si no lo soluciona una revolución.