Sociedad

Sobre Calidad Educativa

Una humildes reflexiones sobre Educación de Calidad y algunos «contrastes» que me han sugerido unas palabras oídas en los informativos.

Anteayer estuve en la sesión final de presentación de los trabajos realizados durante lo que se da en denominar, en el ámbito del Centro de Profesores de Andorra, como «La Semana de la Ciencia»: aunque en algunos casos ocupe varios meses. De las muchas cosas que se podían citar, incluido que será la última edición que organice el CPR, porque desaparece; me llamó la atención la actitud y el comportamiento de muchos alumnos, que se reflejaban.

Se les está llenando la boca a nuestros gobernantes de educación de calidad, de abaratar costes innecesarios (no se les debe llamar recortes) y de lo malo que era el sistema educativo anterior. Un sistema educativo del que no han cambiado nada en absoluto y del que van a detraer unos cuantos miles de millones de euros a fuerza de hacer que los docentes den más horas de clase y que los interinos no tengan plazas que cubrir y se queden en la lista del paro. Pero eso es un problema menor, porque el paro no es lo que nos debe preocupar en este país; ya hemos batido todos los records…

Cuando se ven los «rumbos» que marcan ciertas actuaciones, se da uno cuenta de que nadie se ha parado a pensar en qué es lo que la educación de este país necesita. Lo único que se mira son los intereses económicos de algunos «poderes», y no voy a entrar a desmenuzar eso, que sabemos qué olor tiene.

Para hablar de calidad y de educación sólo deberían de visitar las aulas de nuestros centros cuando tienen la oportunidad de salir de la rutina del libro de texto y enfrentan a los alumnos al trabajo creativo, la investigación, la creatividad y el estímulo de la curiosidad. Entonces es cuando uno se asombra de que sean tan válidos, tan perspicaces y de que los que tenemos por muy «listos» no sean precisamente los más «inteligentes». Los valores y capacidades de los alumnos son muchos y muy distintos y no se les puede «sacar partido» a base de explicación + estudio + examen, únicamente.

Estoy leyendo «Viaje al optimismo» de Eduard Punset, y aunque no me gusta demasiado la forma que tiene de escribir, lo cierto es que dice verdades incuestionables.Yy las cuestionables las argumenta con suficiente peso como para prestarle atención. Y eso me hizo recordar un programa en el que habló del Sistema Educativo. Y no sólo del nuestro. Si tenéis un rato, y lo veis os aseguro que no perderéis el tiempo

Program de Eduard Punset – Sistema educativo anacrónico

Y eso me lleva a buscar otro programa sobre el Sistema Educativo Finlandés. El tan cacareado y envidiado sistema que no tiene más que un 5% de abandono.   ¿Saben ustedes que en Finlandia el 99% es enseñanza «PUBLICA»?.
Programa «Reporteros» por partes = Finlandia1 Finlandia2 y Finlandia3

Nuestro sistema educativo tiene valores que hasta PISA ha puesto en valor y ha destacado en el caso de Aragón, como es la «igualdad» del sistema. Y eso que estamos lejos de dar la atención que se da en Finlandia a los inmigrantes. Esa igualdad está en riesgo en cuanto se empieza a separar población por clases sociales. Los maestros no necesitamos informes internacionales y estudios de años para saber que tal o cual alumno va a fracasar, como sus hermanos mayores; si no se interviene a tiempo. Porque conocemos el ambiente familiar en el que se mueve. Y claro que sabemos que el nivel educativo de los padres influye de forma fundamental en el desarrollo y capacidades de los alumnos, por supuesto. Pero también sabemos que eso no es «inalterable»; que se puede intervenir y que se pueden conseguir resultados que terminen por romper esas «barreras». Los que somos «abuelos» pedagógicos y vemos a los hijos de nuestros alumnos podemos dar fe de casos de todos los colores.

Lo malo es que ese progreso del nivel cultural de los padres sólo se consigue a fuerza de años de trabajo, de atención personalizada, de esfuerzo «docente» y no a base de libros y exámenes; sino  mediante el trato humano, el estímulo de la curiosidad y el aliciente por saber algo más (aunque no esté en libros).  La mejor cualidad que conservaban los alumnos de la evaluación de una experiencia, en la que tuve la suerte de participar, era «La curiosidad». Y son alumnos con éxito.

Claro que tenemos problemas. Y muy serios. Pero no se arreglan con recortes. No podemos recortar en inversiones para conseguir que nuestros centros sean bilingües. Lo que tenemos que hacer es invertir mejor los recursos y hacer que nuestros candidatos a docentes tengas que dominar las lenguas. No podemos seguir permitiendo que la formación universitaria de nuestros futuros docentes esté totalmente alejada de la realidad. No podemos seguir manteniendo las paredes de las aulas como un muro, que separa la vida de nuestros alumnos en dos realidades distintas y de las cuales, la menos estimulante es la del Centro Educativo.

Es imprescindible que la formación del profesorado sea objeto de «Política de Estado» y que se planifique la educación a diez, quince o veinte años vista. Es inaudito que la Educación de un país se convierta en arma arrojadiza en el Congreso de los Diputados y encima con una demagogia insuperable.

¿Nadie se da cuenta de que jugar con la educación es jugar con pólvora?. ¿Necesitamos que nos recuerden las consecuancias de actuaciones educativas perversas en este país?. En tiempos y regiones muy próximos a nosotros. Y lo peor de todo, es que los años pasan demasiado deprisa y luego, cuando es tarde, nos damos cuenta de que estos barros vienen de aquellos polvos.

Otro rato más.

 

 

 

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