Escuela

Queremos que se hable claro

Esta tarde me he encontrado diversos artículos en el Heraldo de Aragón que hablan de los problemas en la Educación y uno de ellos se titula exactamente como este post. Lo firma Pedro Martínez Calvo, presidente de la federación cristiana de asociaciones de Padres y Madres de Aragón (Fecapa) y no puedo por menos que contradecirle en algunas de sus afirmaciones.Estamos de acuerdo en el que la mayoría de los ciudadanos de España queremos que se hable claro y que se sepa en qué se está gastando nuestra riqueza, dónde van a parar; no sólo nuestros impuestos, sino el fruto de nuestro trabajo de ahora y de estos años atrás. Me parece muy bien y estoy totalmente de acuerdo en que aprecie, valores, alabe y ensalce el trabajo que hacen los docentes de la enseñanza concertad y de la privada. Faltaría más. Yo también valoro mucho su trabajo, porque fui en mis primeros tiempo de docente uno de ellos. Y nunca se me ocurrirá poner en duda la dedicación, la vocación o el esfuerzo de un compañero que se dedica a la muy noble labor de «educar». Pero de eso a que se diga que el sistema educativo está agotado y que el modelo son las concertadas, va un abismo.

Para poner en valor lo que uno conoce y aprecia no es necesario tirarle piedras a una realidad que se desconoce, porque el uso que hace de las cifras y de los datos, sólo lo quiero achacar a desconocimiento y no a demagogia. Cuando hablamos de porcentajes de población que usa la enseñanza concertada y de porcentajes de gasto no deberíamos hablar de Aragón como espacio territorial, porque yo todavía no he visto a ningún centro privado hacer labor docente en los pueblos de la provincia de Teruel, ni en la de Huesca y en la inmensa mayoría de la de Zaragoza. Aragón no es sólo Zaragoza capital y las poquitas localidades con centros concertados o privados. La realidad social de esta comunidad autónoma es mucho más que eso. ¿O es que vamos a decidir ya que se cierren todos los pueblos? Y, ya de paso, hacemos aquel famoso campo de maniobras que ocupaba toda la provincia de Teruel. De todos los demás temas que trata, aprovechando para intentar desprestigiar al profesorado de la pública, no le voy a discutir ninguno. Es muy sencillo todo: los inmigrantes, los sueldos, las horas, la dedicación, los fondos… Todo ello se arregla con un único criterio: «Igualdad». Las mismas oposiciones para todos, los mismos concursos de traslados para todos, las mimas listas de vacantes en «todos» los centros mantenidos con fondos públicos, para todos; los mismos porcentajes de todos los recursos, para todos, las mismas oportunidades de acceso a todas las ayudas, para todos.

Y para que no quede duda, no hagamos demagogia diciendo que hay «gente de clase pudiente y privilegiada en la pública» y»que se colocan detrás de las pancartas». ¿Es que acaso no están ustedes abogando siempre por la libertad de elección?¿Es que acaso no son libres de pensar y opinar como usted o yo?. A lo mejor es porque «piensan = opinan» que la enseñanza pública no sólo no está agotada, sino que es mejor. (Y fijese que no he dicho «saben», porque la verdad no está en manos de nadie y en las suyas tampoco).  Esto también lo arreglaría de una forma muy sencilla. Si todos los políticos, que son quienes han de gestionar «lo público» llevaran obligatoriamente a sus hijos a las «escuelas públicas», a lo mejor empezábamos a ver más claro algunas cosas.

Sólo una cuestión más y bien sencilla. En las Jornadas de Experiencias Didácticas que cada  Junio se celebraban (salvo este año por la crisis, suponemos), ¿Sabemos cuántas experiencias, de las más de 40 que se presentaban anualmente, era de centros concertados y privados?. ¿Cuántas era de escuelas rurales de las tres provincias? ¿Sabemos cuántos premios nacionales e internacionales han obtenido nuestro alumnos del ámbito rural frente a tanto alumno de la privada/concertada de la capital? Pues entonces no hablemos muy a la ligera de calidad de educación, de programas, de inversión, porque a lo mejor resulta que los resultados no son tan fácilmente medibles como contar  el dinero que entra en los coles de Zaragoza.

Sinceramente y como docente que lleva más de 30 años en la escuela rural aragonesa, pienso que todos los docentes deberían de pasar obligatoriamente por una escuela rural incompleta durante, al menos, un año y que todos deberíamos intentar conocer bien algo antes de hacer manifestaciones tan contundente sobre ello. Espero que la Consejera se siente en la Mesa y sepa poner encima de la misma todo lo que necesitamos ver CLARO todos. Pero TODOS.

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